El agua y la lluvia cada vez son más escasas en el planeta, un peligro para la humanidad y la naturaleza. El cambio climático modifica el ciclo de las precipitaciones. El agua subterránea escasea. Si el ser humano no cambia, la falta de agua podría acabar con él.
“Está claro que hemos sido nosotros quienes lo hemos estropeado. La naturaleza siempre existirá. La naturaleza puede regenerar sus biosistemas, y lo hará. La única pregunta es: ¿la ayudaremos los seres humanos? ¿O la naturaleza lo hará una vez hayamos desaparecido?”. El agua es la base y la fuente de la vida. El agua determina la interacción precisa en todo el biosistema y el clima del planeta azul. Es un milagro. Sin embargo, el consumo excesivo de recursos hídricos podría algún día hacer que la especie humana se extinga por sí misma. El agua dulce en particular es crucial para la vida en la Tierra, pero su presencia es más escasa de lo que se cree. La destrucción de cada vez más superficies naturales impide que las reservas de agua subterránea sigan siendo lo suficientemente grandes. La intervención humana en el equilibrio hídrico natural destruye el más valioso e importante de todos los recursos. El agua juega un papel decisivo en el clima: si se evapora cada vez más debido al aumento de las temperaturas en la Tierra, actúa como un gas de efecto invernadero. La espiral del cambio climático va cada vez más rápido. Por eso, los científicos trabajan en la manera de utilizar el agua para enfriar la atmósfera y revertir la tendencia. Este documental abre los ojos sobre el uso descuidado del agua, un recurso que las personas damos por sentado pero que es la sustancia limitada sin la cual la vida no sería posible.