Los viajeros siempre han sido vulnerables. Hace siglos eran atacados por piratas, pero hoy en día la mayoría de los robos ocurren a nivel digital. En 2019, el transporte se convirtió en la segunda prioridad para los ciberdelincuentes, justo después de las organizaciones financieras. Los cargadores USB pueden ser fáciles de usar y se instalan en lugares públicos por la comodidad que suponen, pero no son necesariamente seguros.
Los expertos en seguridad de IBM dicen que los ciberdelincuentes usan puertos USB en aeropuertos, estaciones de tren y otros lugares públicos para robar datos personales de tus dispositivos. No tienen dificultades para modificar los puertos USB mediante la instalación de un software especial que roba los datos personales del propietario, incluida la información bancaria.